“Este festival tiene un nombre y se llama equipo”. Así anunciaba la directora del Formigues Festival de Benicàssim, Ana Rico, la segunda y última jornada del certamen familiar, que ha clausurado este domingo su sexta edición con un balance de 8.500 asistentes, 1.000 más que en 2017. Una cifra que confirma el buen estado de salud del festival, que sigue creciendo, y que debe buena parte de la exitosa afluencia al sold out registrado en su sesión inaugural el sábado, que colgó el cartel de no hay entradas tres horas después de abrir puertas.

El “equipo” al que hacía mención Rico es el mismo que ha permitido reconstruir en un margen de cuatro horas los numerosos destrozos que el fuerte viento que ha azotado el municipio durante toda la noche ha causado en varias de las áreas del recinto VillaCamp. Desde las siete de la mañana y hasta las 11.00, hora de apertura del festival, la organización, junto a voluntarios, colaboradores, familias y amigos han puesto a punto el recinto, que ha retomado la actividad sin rastro de los daños nocturnos.

“El Formigues es un proyecto que fideliza, que gusta, que enamora y que es único. Cuesta mucho sacarlo adelante y se merece más apoyo. Si con pocos recursos somos capaces de hacer esto, ¡imagina lo que lograríamos hacer con más!”, ha reivindicado Rico.

La recta final del certamen 100% familiar, que ha llevado por lema el conocido Welcome to the Jungle de Guns’n’Roses, ha arrancado con la apabullante puesta en escena de las dos formaciones ganadoras del concurso de bandas del Formigues. Dos quintetos, los madrileños Black&Beat y los vila-realenses Teen Twelve, que han subido las pulsaciones al cartel con la plena complicidad y entrega del público.

Dj Mesías, “melómano desde la adolescencia y comprador compulsivo de discos”, ha tomado el relevo sobre el escenario, donde ha sacado a pasear sus “vinilos llenos de melodías dulces como piruletas”. Lo ha hecho con su sello idiosincrático, el que da su particular mezcla de “éxitos con rarezas pero buscando siempre la canción pop perfecta”, ha señalado.

A primera hora de la tarde han emergido los cabeza de cartel Petit Pop. “Aquí hay cantera festivalera. Un aplauso para quienes son capaces de hacer cosas tan chulas para niños”, ha señalado la banda, que ha contagiado al público sus pegadizas letras llenas de experiencias cotidianas. A Petit Pop le dan vida Mar Álvarez, Lara González, Cova de Silva y Pedro Vigil, voces habituales de Radio 3 (‘Disco Grande’) o de programas televisivos como ‘Los conciertos de Radio 3’ o ‘Mapa Sonoro’ en TVE-2. Tras forjar su trayectoria musical ante público adulto, con bandas pop como Pauline en La Playa, Nosoträsh, Undershakers, Penélope Trip o Edwin Moses, la formación ha reseteado su forma de entender la música adaptándola a formato familiar. Y con ella ha encandilado al público Formigues.

El viaje por la historia del pop y el rock desde los años 50 hasta la actualidad de la duodécima banda del cartel 2018, Top of the Class, ha bajado el telón del escenario Formigues.

La batucada de Borumbaia Percusión y el desfile al que pondrá ritmo a partir de las 18.00 horas anunciará la despedida de esta nueva edición festivalera. La sexta, y más salvaje, del Formigues.

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